Un principio básico del branding es que una marca adquiere sentido cuando hace que un producto sea distintivo dentro de su categoría de producto. La empresa Procter&Gamble lo logró al crear elementos de identidad para su marca Ivory antes de que nadie hubiera pensado en hacer de una barra de jabón un producto distintivo. El sistema de identidad de la marca también llamó la atención sobre los rasgos innovadores del producto. Aquí se expone la historia de cómo Ivory llegó a ser una de las primeras y más exitosas marcas de todos los tiempos.
Antes de la Guerra Civil de EE.UU. las amas de casa hacían su propio jabón a base de lejía, grasas para cocinar y cenizas de chimenea. Era un jabón amarillento suave, que hacía su función adecuadamente, pero que si caía al fondo del barreño, se disolvía en una masa blanda. En la época victoriana, el punto de referencia para un jabón de calidad era la costosa barra de Castilla, un jabón blanco puro importado del Mediterráneo y hecho del más fino aceite de oliva.
William Procter y James Gamble, socios en una fábrica de velas, descubrieron una fórmula que producía una pastilla de jabón predecible y uniforme, la cual surtían en cajas de madera a ambos ejércitos durante la Guerra.
Esto introdujo el concepto de producción en masa y los soldados regresaban a sus casas con una demanda de este jabón. Pero las barras aún eran amarillas y se hundían en el fondo.
Procter & Gamble contrató a un químico para crear una barra blanca equivalente a la legendaria Castilla, en lo que fue el primer uso de investigación y desarrollo (i+D) para diseñar un producto. En 1878 se inventó el jabón blanco P&G. Fue un modesto éxito hasta que la empresa comenzó a obtener pedidos ‘del jabón que flotaba’. Resulta que un accidente al batir la mezcla había agregado suficiente aire para que algunas barras fueran menos densas que el agua. Este error llevó a una afirmación tan evidente como sorprendente: ¡flota!
Otras decisiones también ayudaron a hacer de él una revelación del branding. En 1879 alguien de la familia P&G estaba en la iglesia escuchando un pasaje sobre palacios de marfil y propuso que la pastilla se llamase Ivory. Desde ese momento, un gran producto tuvo un gran nombre, y con ello, grandes beneficios. En vez de pedir jabón, pues jabón es jabón, los clientes pedían Ivory específicamente.
Pero ese no fue el fin de las innovaciones en branding de P&G. Un nieto, decidido a igualar la calidad del legendario jabón de Castilla, acudió otra vez a un químico para determinar la pureza de los jabones. La investigación encontró que el total de las impurezas de Ivory era de solo 0.56%, un nivel de impureza más bajo que las barras de Castilla. Al hacer de esto algo positivo, P&G pudo decir que su Ivory era 99.44% puro, y así nació uno de los claims más famosos de la historia de las marcas.


Interesante. Mucho en realidad, me alegro de que os hayais decidido a crear el blog. Enhorabuena!
ResponderEliminarAhora ya se donde empezo esta locura de las marcas.
ResponderEliminarSí que hemos visto los carteles por la facultad! Por eso he conocido el blog. Ánimo y a seguir con muchas entradas más ;)
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